Para tener en cuenta en los trabajos prácticos...
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La cita del cuadro corresponde a Jules Michelet en el tratado La Femme (1860):
“¿Cómo es que hay en la tierra una sola mujer?”
...“No, Van Gogh no era loco, pero sus cuadros constituían mezclas incendiarias, bombas atómicas, cuyo ángulo de visión, comparado con el de todas las pinturas que hacían furor en la época, hubiera sido capaz de trastornar gravemente el conformismo larval de la burguesía del Segundo Imperio, y de los esbirros de Thiers, de Gambetta, de Félix Faure tanto como los de Napoleón III.
Porque la pintura de Van Gogh no ataca a cierto conformismo de las costumbres, sino al de las instituciones mismas. Y hasta la naturaleza exterior, con sus climas, sus mareas y sus tormentas equinocciales, ya no puede, después del paso de Van Gogh por la tierra, conservar la misma gravitación.
Con mayor motivo en el plano de lo social, las instituciones se disgregan, y la medicina semeja un cadáver inutilizable y descompuesto que declara loco a Van Gogh.
Frente a la lucidez de Van Gogh en acción, la psiquiatría queda reducida a un reducto de gorilas, realmente obsesionados y perseguidos, que sólo disponen, para mitigar los más espantosos estados de angustia y opresión humana, de una ridícula terminología, digno producto de sus cerebros viciados”...
Antonin Artaud, Van Gogh, el suicidado por la sociedad
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... "He querido dedicarme conscientemente a expresar la idea de que esa gente que, bajo la lámpara, come sus patatas con las manos que meten en el plato, ha trabajado también la tierra, y que mi cuadro exalta, pues, el trabajo manual y el alimento que ellos mismos se han ganado tan honestamente."... Vincent Van Gogh
Sí, Emilio Zolá escucha el estallido de las risas gratuitas, las injurias insensatas y los insultos grandilocuentes de los sabios que son registrados por los caricaturistas cínicos de los años sesenta. Todo o casi todo el movimiento artístico académico y los espectadores (hoy decimos, ‘lectores’) de las primeras telas expuestas por Manet a la percepción tradicional, muestran un solo índice señalador, un solo gesto condenatorio, una sola mirada insatisfecha (pero, angustiada) y una carcajada única que todavía escuchamos en la historia de la pintura moderna.
Esa risa amarilla, o carcajada batiente es aquella de ‘la stupidité’, sobre la cual escribirá Gustavo Flaubert en su Correspondance, haciendo referencia al irrisorio saber estético de sus contemporáneos.
Texto completo :
Edouard Manet: pensar con los colores
Se trata de ganar a los intelectuales para la clase obrera, haciéndoles tomar consciencia de la identidad de sus diligencias espirituales y de sus condiciones como productores.
Ramón Fernández
Ustedes recuerdan cómo Platón, en el proyecto de su Estado, procede con los poetas. En interés de la comunidad les prohibe que residan en él. Platón tenía un alto concepto del poderío de la poesía. Pero la tuvo por dañina, por superflua, bien entendido que en una comunidad perfecta. Desde entonces no se ha planteado a menudo con la misma insistencia la cuestión del derecho a la existencia del poeta; pero hoy sí que se plantea. Sólo que raras veces en esa forma. Pero a ustedes todos les resulta más o menos habitual en cuanto cuestión acerca de la autonomía del poeta: acerca de su libertad para escribir lo que quiera. No son ustedes proclives a aprobar esa autonomía. Creen que la actual situación social le obliga a decidir a servicio de quién ha de poner su actividad. El escritor burgués recreativo no reconoce tal alternativa. Ustedes le prueban que trabaja, aun sin admitirlo, en interés de determinados intereses de clase. Un tipo progresista de escritor reconoce la alternativa. Su decisión ocurre sobre la base de la lucha de clases, al ponerse del lado del proletariado. Se ha acabado entonces su autonomía. Orienta su actividad según lo que sea útil para el proletariado en la lucha de clases. Se acostumbra decir que persigue una tendencia...
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Benjamin - El autor como productor
Quienes están en el centro del remolino tienen el derecho de sentir que son los primeros. y quizá los únicos, que pasan por él-, este sentimiento produjo numerosos mitos nostálgicos sobre el premoderno Paraíso Perdido. Sin embargo, incontables personas lo padecen desde hace unos quinientos años. Y pese a que es probable que muchas experimentaran la modernidad como una amenaza radical a su historia y sus tradiciones, ella, en el curso de cinco siglos, desarrolló una historia fértil y una tradición propia. Mi Intención es analizar y trazar estas tradiciones para entender el modo en que pueden alimentar y enriquecer nuestra propia modernidad, y en qué forma oscurecen o empobrecen nuestra idea de lo que es y puede ser la modernidad"...
http://elcairocinepublico.blogspot.com
Rembrandt’s J’Accuse es la investigación personal del director Peter Greenaway sobre la conspiración y el asesinato que se esconden tras el famoso cuadro La ronda de noche de Rembrandt. Greenaway asume el rol de historiador de arte, detective, fiscal y juez, analizando con detalle la escena del crimen y las pistas que se esconden con el objetivo de descubrir los asesinos entre los personajes representados en la pintura.“Es necesario investigar y, cuando lo hacemos, al final y con un poco de ingenio, vemos claramente que La ronda de noche de Rembrandt se esfuerza por resolver un conflicto. Éste es el acto más subversivo de Rembrandt, su yo acuso.”
“El cuadro es la manifestación de un asesinato con los asesinos captados al detalle. Es curioso pensar que Rembrandt cobró, y cobró tan bien, por revelar la verdad del ejército civil de Ámsterdam en plena edad de oro holandesa, todo ello en una milésima de segundo y que esta verdad queda congelada en La ronda de noche.”
“Los espectadores se entretendrán, quedaran fascinados y, sobretodo, satisfechos de que la evidencia haya sido finalmente interpretada con éxito. Al fin y al cabo, esta es la interpretación de una pintura que sigue las reglas y
Peter Greenaway – Director
Nació en Gales y estudió en Londres. Después de formarse en el mundo de la pintura, dirigió su primer filme en 1966. De perfil polivalente, ha trabajado como comisario en exposiciones de arte, ha estado nominado varias veces en los festivales de Cannes, Venecia y Berlín, ha publicado libros y ha escrito sobre teatro y ópera. Su primer largometraje, The draughtsman’s contract fue aclamado por el público y le consolidó internacionalmente como uno de los directores contemporáneos más originales, reputación que se consolidó con películas como The cook; The thief, his life and his lover; y The pillow book.