Simulación. Barroco - Severo Sarduy

Las tres gracias, Peter Paul Rubens, 1639




[...] "Los formatos heroicos de Rubens, la fuga helicoidal de sus personajes robustos y alhajados, en escenografías mitológicas o cristianas, imponen , despliegan el contenido, la materia misma de una represión: la reformista, doctrinal y austera, atenta a la ocultación del cuerpo, al orden. Desnudos y manjares aparecen en sus telas, más que en el resto del barroco y que en los Países Bajos septentrionales del siglo XVII, como en el ámbito de una incandescencia, arrastrados por la resaca pedagógica y violenta, gasto de la contrarreforma. No el desnudo alegórico de la Verdad, sino el cuerpo deseoso y desnudado, que exige, más que invita, a la mirada, a que ésta se aplique, como con un pincel, sobre la tela ungiéndola de su transparencia blanca: no los alimentos eucarísticos, trascendidos o frugales, sino su espesor burgués y su abundancia, que descentran y desplazan la organización silogística y fría de la naturaleza muerta flamenca".
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